Ánchel Cortés Gimeno.
Perenne, sí, es la historia de nuestro equipo, abarcando todas las circunstancias temporales como el sentimiento que nos guía a los buenos zaragozistas, perfectamente representados por los socios de esta nuestra Peña “Los Magníficos” que en breves celebrará sus bodas de oro, bien presidida por el imprescindible José Antonio Iniesta.
Con gran alegría homenajeamos en la anterior reunión mensual -en torno a excelentes viandas- a Nayim, el más representativo -sobre todo por su enorme golazo- de los héroes que nos hicieron felices ganando la Recopa de Europa en una tan inolvidabable como parisina noche, de la cual muy pronto celebaremos su veinticinco aniversario, es decir, haremos la boda de plata.
Entre tan nobles y valiosos metales, nunca debemos olvidar el argumento principal que da nombre y motivo de alegría a nuestra ilustre cofradía seguidora del escudo del león, esos inolvidables magníficos jugadores que ya hace más de medio siglo dieron lecciones futbolísticas no sólo por nuestra piel de toro- ganando un par de campeonatos de España- sino incluso por toda nuestro continente, trayéndose de paso una Copa de Ferias, lo que hoy en día correspondería a una Europa League.
Aún así, triste sería nuestra coyuntura si todas nuestras alegrías se limitaran a tan memorable pasado, y aún sería peor si gente seria como la que actualmente dirige los destinos del club de nuestos amores no se hubiera hecho cargo de la situación tras años de ruina y desidia consecuencia directa de la injerencia en su gestión de intereses espúreos al propio Real Zaragoza.
Verdad es que la cruda realidad nos confirma que ya son siete las temporadas seguidas que seguimos capeando el temporal por la división de plata del fútbol español, pero en ninguna de ellas habíamos mantenido una regularidad como la actual en la que apenas en un par de jornadas hemos abandonado los puestos buenos que nos han de devolver a nuestro ámbito habitual histórico de actuación, la primera división del fútbol español.
Y si a eso le unes -como pudimos comprobar in situ lo cuatro amigos (José Antonio Iniesta, Javier Yera, Pascual Tisarie y yo mismo Ánchel Cortés -promotor del encuentro-) que hay un enorme futuro con una estupenda generación de jugadores jóvenes y bien zaragozistas que de nuevo -como antaño- han defendido el escudo del león por los campos de Europa, no queda otra que mantener la esperanza de que el futuro nos pertenece y así como otros equipos es posible que asciendan …nosotros… volveremos, volveremos, volveremos otra vez, volveremos a primera y estos ojos, los míos- los tuyos, lo han de ver.
Un abrazo para todos los peñistas.