CRÓNICAS

La fiesta de la cantera

Jorge Rodríguez Gascón.

real zaragoza cantera (real zaragoza)

El Real Zaragoza juvenil venció en su estreno de la UEFA Youth League ante el Korona Kielce (1-0). El partido fue todo un acontecimiento para la ciudad y un premio para una generación prometedora. Alrededor de 10.000 personas llenaron la tribuna principal de La Romareda, feliz en el día de su cantera.

El triunfo, basado en la superioridad técnica de los chicos de Iván Martínez, es el primer paso en una eliminatoria que será tremendamente complicada. Los juveniles del Korona Kielce crecieron en el último tramo de un encuentro que el Zaragoza dominó casi siempre, pero que no supo sentenciar. En los momentos de mayor sufrimiento, apareció Guillermo Acín, un portero hábil en el duelo individual, felino en un par de acciones ante el atacante rival, Artur Pirôg. A pesar del agobio final, al Real Zaragoza no le intimidó el escenario. Jugó con el viento a favor y en Polonia deberá administrar la renta que le otorgó el gol de Andrés Borge, uno de esos laterales que sorprenden y se hacen dueños de su carril.

La victoria de este equipo deja una poderosa conclusión: el Zaragoza de Iván Martínez posee un gen competitivo especial, una magia basada en el esfuerzo colectivo, en la lectura de los momentos y en el sentido de la oportunidad. El equipo aragonés gobernó el primer tiempo a través del fútbol sensato, cerebral, de Francho Serrano. El capitán de este equipo posee la madurez de quien se anticipa al duelo individual, de quien convierte la sencillez en una virtud imprescindible. Piensa rápido, dirige el tráfico en cada ataque y juega como un veterano en un fútbol de niños. También brilló especialmente Iván Castillo, uno de esos fondistas que se despliegan desde el interior por todo el frente de ataque, que participan en la creación, en la recuperación y que se asoman al área con personalidad. Lo intentó siempre Miguel Puche, un futbolista que se construye a la carrera. Juega a un ritmo distinto del resto, se aplica en la conducción y nunca pierde de vista la portería. Puche, autor de algunos de los goles que han hecho campeón a este equipo, no encontró el premio en el segundo tiempo, tras una combinación genial con Luis Carbonell. Carbonell, por su parte, posee un don innato, una cualidad especial. Incluso su estética es la de un jugador que se sabe diferente, la de un diez que se camufla en un dorsal distinto. Medias bajas, regate en corto y un sinfín de recursos técnicos. El chico del barrio Óliver levantó a La Romareda en un par de acciones individuales y diseñó algunas de las jugadas más bonitas de la tarde.

heraldo de aragon (zaragoza vs korona)

En un triunfo coral y colectivo también destacaron el recorrido de Angel López y Andrés Borge por los costados, la intuición de Alejandro Francés en el corte y en la salida del juego, el liderazgo de Javi Hernández, el dinamismo de Marc Esteban y la velocidad imprevisible de Jaime Sancho. No desentonaron tampoco las piezas de refresco: Diego Marín y Marvin Kombe añadieron profundidad en los peores momentos, Ivan Azón fue una amenaza constante y Miguel Soler y Alejandro Vela mostraron su compromiso en el tramo final.

Dominó el Zaragoza con seguridad en el primer tiempo, con paciencia y buenas intenciones. Capaces de arrinconar al Korona Kielce en muchas fases del juego, el Zaragoza creció a partir de la movilidad de sus interiores y de la carrera constante de sus laterales. Así llegaron las mejores ocasiones del Zaragoza, que se adelantó antes del final del primer acto. En el minuto 43, los de Iván Martínez pasearon la jugada por el borde del área. Encontró Castillo una solución definitiva, con un pase interior que entendió Andrés Borge. El lateral ganó el área y cuando todos esperaban un centro raso, sorprendió con un golpeo de interior, plástico y preciso, al primer palo, inalcanzable para el meta Osobinski (1-0).

En el segundo tiempo, el equipo aragonés mostró algunas de sus variantes en el juego: su facilidad para dominar el juego de posición y también su capacidad de sufrimiento. Carbonell demostró su talento en espacios reducidos, en dos acciones que no pudieron culminar ni Sancho ni Puche. Con el paso de los minutos, la fortaleza física del Korona Kielce convirtió al portero Guillermo Acín en un protagonista esencial. Sus intervenciones  y el sacrificio global del equipo permitieron un final feliz en el regreso del fútbol europeo a La Romareda.

El equipo de Iván Martínez inició con victoria su camino en la Youth League. El Real Zaragoza debe mimar a una generación que, con paciencia, puede ser una solución para el futuro.

La Romareda disfrutó, en unos días señalados, de la fiesta de su cantera.

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