La Liga emitió durante esta mañana un comunicado en el que anunciaba que las dos próximas jornadas de competición se disputarán a puerta cerrada por el riesgo de contagio del Coronavirus (Covid19). El Real Zaragoza se ha posicionado en las últimas horas a favor de la suspensión de esos encuentros, para preservar la salud de los integrantes de este juego y respetar de manera íntegra los derechos de los aficionados.
Lo hizo, en primer lugar, a través de un escrito en su web oficial. En el mensaje aclaraban que respetaban la decisión tomada por La Liga, en consenso con el Consejo Superior de Deportes y el Ministerio de Sanidad. Consideran, eso sí, que la posibilidad de jugar a puerta cerrada no es acertada. Por no tener “en cuenta la salud de los futbolistas, cuerpo técnico, medios de comunicación y todo el personal implicado en la organización de los encuentros”. El primero, se juega el próximo domingo ante el Alcorcón en La Romareda. El segundo de los encuentros que se disputarán sin público será el 23 de marzo ante el Lugo, en el Estadio Anxo Carro. La elección de La Liga no garantiza “la defensa de la salud de los protagonistas”.
El Real Zaragoza propone el aplazamiento de estas dos jornadas, considerando que el calendario permite jugar en otras fechas, una vez que se haya resuelto o mitigado el efecto del virus. La solución del club busca “garantizar la esencia del fútbol y la comunión entre los aficionados y los jugadores”. El texto se cierra con la voluntad de “preservar la salud de todos”. A la solicitud del club le siguió una rueda de prensa en la que Christian Lapetra y Víctor Fernández fueron los portavoces.
Lapetra mostró su preocupación por la propagación del virus. Consideró, además, que se podrían haber “estudiado otras alternativas con mayor profundidad” para atender la «salud de los integrantes del evento deportivo y los valores de la competición». El presidente valoró las medidas que se han tomado en otros países que han acabado por suspender la competición hasta moderar el efecto del virus. Según Lapetra “estas dos jornadas que se disputarán sin público podrían desarrollarse con normalidad en fechas posteriores”.
Víctor Fernández quiso sensibilizar a la gente “ante un problema global”, señalando que el mayor objetivo “es preservar la salud de la población y que todas las medidas son necesarias e imprescindibles”. Según el entrenador, “en ese apartado también entran los protagonistas esenciales de este deporte (los futbolistas) y una pequeña parte de secundarios (los miembros del cuerpo técnico, personal sanitario, auxiliares o responsables de mantenimiento).”
La decisión tomada por La Liga excluye cuestiones que para el técnico del Barrio Óliver son fundamentales. En primer lugar, “en un deporte de contacto se tiende a la fricción y, por tanto, hay una exposición alta, un mayor riesgo de contagio.” Fue entonces cuando Víctor Fernández ensayó su mejor argumento, ligado al plano emocional del juego: “El fútbol es un espectáculo y todos pueden jugar a esto. Los gordos, los bajos, los altos, todos. En cualquier espacio se puede hacer una pelotita y se puede jugar. Pero si hay algo que diferencia a este deporte de los demás es que el fútbol es pasión, es sentimiento. Jugar un partido de fútbol sin espectadores es sinónimo de tristeza, es sinónimo de vacío. Es faltar un poco el respeto a los que siempre han sostenido este mundo maravilloso y espectacular que es el fútbol. Ellos son los aficionados, los abonados, los seguidores. (…) El fútbol con la gente es magia, sin la gente carece de sentido. (…) Por eso comparto la opinión del club y entiendo que la solución menos absurda es la suspensión de estos dos partidos.”
Foto: Nuria Soler / El Periódico de Aragón.